El ministro italiano de Innovación y Transición Digital, Vittorio Colao, exconsejero delegado de Vodafone, explicó en una rueda de prensa que la adjudicación de la licitación y la implementación del proyecto están previstas para 2022, mientras que la migración de los datos y servicios de las administraciones públicas a esta nueva infraestructura digital deberá acabar en 2025.
Será gestionada por la Agencia Nacional de Ciberseguridad y estará protegida contra accidentes, ataques de piratería informática y fallos técnicos.
El principal objetivo es garantizar su seguridad y su autonomía, con lo que las estructuras físicas (servidores y cableado) desde las que se generará el espacio virtual no podrán ser accesibles a terceros países que Roma y la Unión Europea (UE) consideren hostiles, expuso el ministro.
El control lo tendrá el Estado italiano, aunque no al 100 %, porque la intención es incentivar una asociación “público-privada” que construya y gestione uno de los pilares básicos del proyecto de digitalización, incluido en el Plan de Recuperación italiano, cuya dimensión total es de más de 220.000 millones de euros (unos 260.500 dólares al cambio actual), entre fondos europeos y nacionales.
Colao aseguró que completar esta iniciativa será un paso más en la reducción de la brecha digital que mantiene Italia con el resto de países europeos, más avanzados en este campo.
La nube italiana tendrá varios espacios, entre ellos uno cifrado, que contendrá los datos estratégicos y que permanecerá en servidores de dentro de las fronteras de la UE.