Familiares de líderes presos en Nicaragua piden trato similar a reos comunes

En una carta pública a Ortega, al Poder Judicial y a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) de la Policía Nacional, los familiares demandaron «visitas frecuentes, periódicas y en condiciones de privacidad, sin acoso a familiares y abogados».

También dar «al menos un tiempo de comida al día», «al menos 20 minutos de sol al día», permitirles «material de lectura», así como «frazadas» y paquetería (alimentos, bebidas, ropa, artículos de cuidado personal).

Desde el 28 de mayo pasado unos 35 líderes y profesionales han sido arrestados, investigados o acusados por la Fiscalía por el supuesto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, delitos que sus familiares niegan, cuando faltan dos meses para las elecciones generales del 7 de noviembre, en las que Ortega busca ser reelegido.

LAS CONDICIONES

Según los demandantes, los líderes encerrados en la sede policial conocida como El Nuevo Chipote, en las afueras de Managua, están aislados en pequeños calabozos, a bajas temperaturas, sin acceso a sol, visitas, ropa, cobija o medicación adecuada, con iluminación artificial permanentemente encendida y siendo interrogados todos los días en horarios sorpresivos.

Esas condiciones difieren de las de los centros penitenciarios, donde los reos comunes reciben visitas cada una o dos semanas, en las que obtienen de sus familiares la «paquetería» que les garantiza alimentos y aseo personal.

Las condiciones de los considerados «presos políticos» por los organismos humanitarios, en El Chipote, fueron comprobadas por sus familiares la semana pasada tras 80 días sin saber de ellos, según afirmaron, como «resultado de la presión que hemos ejercido a nivel nacional e internacional para defender nuestros derechos, porque estaban en situación de desaparición forzada», dijo Josefina Vijil, familiar de las dirigentes opositoras Tamara Dávila y Ana Margarita Vijil.

«Pudimos contemplar el estado físico de nuestros detenidos, de nuestros secuestrados, han perdido una cantidad de libras extraordinaria, que no es natural. No soy médico, pero sé que existen consecuencias graves e irreversibles», dijo María Herdocia, esposa del exvicecanciller José Pallais, quien sufre enfermedades crónicas.

MUJERES Y ANCIANOS

Cristian Tinoco, hija del también exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco, dijo haberse sorprendido de que su papá le pidió medicamentos tres días después de haber entregado pastillas contra el vértigo suficientes para un mes a la Policía Nacional, que le había solicitado medicación para dos meses.

Vijil, Herdocia, Tinoco, y la esposa del aspirante a la Presidencia Félix Maradiaga, Bertha Valle, insistieron en la situación de las ocho mujeres en El Nuevo Chipote, quienes afirmaron sufren un aislamiento más estricto y «agresiones sexualizadas, como utilizar el tema de su maternidad en los interrogatorios», o el caso de los convictos de mayor edad con problemas para hacer sus necesidades en un hoyo en el piso.

Los familiares también demandaron que las audiencias judiciales se apeguen a la legislación de Nicaragua, es decir, que sean públicas, se celebren fuera de la cárcel, con acceso a parientes y defensores.

La primera demanda de los familiares fue que sean liberados los 35 líderes y profesionales (tres están en casa por cárcel), entre los que se encuentran siete aspirantes a la Presidencia, así como más de 130 opositores detenidos en diferentes prisiones de Nicaragua.

Ni las autoridades correspondientes ni fuente alguna del Gobierno se han manifestado al respecto.

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