El empate 1-1 entre Paraguay y Colombia tuvo dos acciones polémicas. Una sobre el epílogo de la primera etapa y otro, en el arranque de la complementaria. En el caso de Wilmar Barrios, quien cayó con el brazo derecho extendido contra Ángel Romero, el árbitro Raphael Claus expulsó al mediocampista por una supuesta agresión al atacante de la Albirroja. El VAR llamó al brasileño, que observó la jugada y cambió la decisión original.
Según el análisis de la Comisión de Árbitros de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Claus “detecta que el brazo contacto del brazo no es en el rostro, sino que en el cuerpo del jugador, lo que transforma a la acción en temeraria, no representando una agresión. Por esto el VAR recomienda al árbitro a una revisión en campo”. En la revisión, el referee agrega “voy a ir con tiro libre directo y voy a cambiar la roja al jugador amarillo”.
La segunda jugada es la mano de Santiago Arzamendia, quien en un tiro de esquina, extendió el brazo derecho después de un leve desvío en Rafael Santos Borré. La Conmebol explicó que “la mano está desplegada del cuerpo y abierta, ocupando más espacio de lo normal, que caracteriza a una posición antinatural”. Observando la reiteración, Claus señaló: “el balón no tiene trayectoria hasta el arco, por eso voy con penal sin tarjeta”.