“Ser primera dama de nuevo no es lo que ella quiere”, dijo una de las personas con las que conversó CNN y que, según ese medio, tuvo una estrecha relación con la ex primera dama durante su paso por la Casa Blanca.
“Para ella -añadió la fuente-, fue un capítulo -y se acabó, y eso es todo”.
La versión periodística señaló que la esposa de Trump sólo ha sido vista públicamente una vez este verano, cuando salía en julio pasado de la Trump Tower en Nueva York junto al hijo de ambos, Barron.
También ha aparecido en algunas publicaciones de Instagram de personas que pudieron verla en el club de golf de Trump en Bedminster, en Nueva Jersey.
Al describir su estilo reservado, otra persona consultada por CNN reflexionó que la ex primera dama no será vista “en mítines ni eventos de campaña”, incluso si Trump se postula para aspirar a un nuevo mandato presidencial.
Este papel lo asumirían, según esa persona que no fue identificada, Lara Trump, la esposa de Eric, el tercero de los hijos de Trump, o Kimberly Guilfoyle, novia del mayor de la descendencia del exgobernante, Donald Trump Jr.
Y la ausencia de Melania Trump de los mítines y eventos públicos parece haber sido normalizada por los seguidores del líder republicano.
“El hecho es que su base se acostumbró a no tenerla allí”, explicó un operador político que trabajó con el expresidente durante su mandato.
Por ahora, la vida de la ex primera dama discurre de forma privada, apuntó CNN, lo que, según otra persona que la conoce socialmente desde hace más de una década, “es como le gusta”. “Cuanto más privada sea y no esté en el ojo público, mejor”, agregó.
En febrero pasado, Melania Trump anunció en Twitter la apertura de su oficina. Ese espacio lo opera desde Palm Beach (Florida) con una plantilla de tres empleados a tiempo completo, añadió CNN, que citó a “tres personas con conocimiento” del tema.